Header Graphic
Artículos en Español > Algunas cosas son más difíciles que las abejas y los pájaros

English: Some Things are Harder than the Birds and the Bees

Algunas cosas son más difíciles que las abejas y los pájaros: Hablar de la enfermedad de mi hijo con compañeros de escuela    Por Lisa Greene

Tengo que admitir que estaba un poco preocupada como iría la plática en la escuela. A pesar de que estoy bien entrenada en comunicación con niños, soy madre primero. ¡Y las mamas se preocupan!, es parte de nuestro ADN.
Los niños acababan de iniciar en una nueva escuela y los maestros requirieron que les hablara a los compañeros de clase de mis hijos acerca de sus problemas médicos. Nuestros dos hijos ambos tiene fibrosis quística. Ellos requieren tomar medicamentos (enzimas pancreáticas) para ayudar a digerir la comida adecuadamente. Por su puesto, sus compañeros han notado a Jacob y a Kasey tomarse un puñado de pastillas a la hora del almuerzo y han bombardeados a mis hijos- y a sus maestros- con preguntas.
Pase un par de horas preparándome para la plática. Quería que fuese divertida e informativa- como una clase de salud educativa. Los niños necesitan ayuda visual por lo que encontré un diagrama del sistema digestivo que pudiese ser coloreado. Jacob y Kasey me ayudaron a juntar algunos artículos para “ensenar y decir”: una taza de nebulización, un inhalador de Albuterol, píldoras de enzimas pancreáticas abiertas en una bolsita (los niños siempre quieren ver que hay adentro)
Decidimos juntos de que hablar y les di muchas opciones: ¿Quieres hablar o quieres que yo lo haga? ¿Quieres estar conmigo al frente o en sus escritorios? Kasey (en primer grado) decidió que yo hablara pero que ella me ayudaría. Jacob (tercer grado) decidió dar la plática sobre las enzimas pancreáticas y que yo ensenara el resto. Estábamos preparados y los niños estaban entusiasmados. Las amiguitas pequeñas de Kasey estaban hablando con anticipación. Todos tenían curiosidad sobre la FQ.
Yo estaba nerviosa. Hago un cúmulo de pláticas en público, pero estaba más nerviosa al hablar en frente de veinte niños de primer y tercer año ¡que enfrente de 200 adultos! ¡Estos son mis bebés! Y estos son temas de "vida y muerte" que plantearemos delante de sus compañeros de clase. ¿Qué pasa si metía la pata? Uno de mis mayores temores es que un niño inocente preguntara: "¿Jacob (o Kasey) morirán a causa de la fibrosis quística?" La respuesta honesta para “grandes” es: "Es posible, a menos de que exista una cura ya que la esperanza de vida media es de 37 anos en este momento.” Pero eso no es algo que un niño de 7 años necesita saber en términos tan severos- ¡incluyéndome a mí! No estaba muy segura de cómo iba a responder a esta pregunta y no estaba segura de que mis hijos realmente sabían esta realidad. Así que, tomando tips del Dr. Foster Cline, decidí preguntarles a ellos.
Preparándolos para l peor, Casualmente (pero con el corazón que se e salía) le pregunte a mi hijo, “Oye Jacob. ¿Qué dirías si alguien ene la escuela te pregunta si puedes morir de FQ?” El pensó por un momento. Después dijo, “bien, yo les diría que la gente si muere de FQ. Pero que es más probable que nosotros vivamos mas tiempo si tomamos buen cuidado de nuestros cuerpos.” ¡¡Caramba!! ¡La respuesta de mis sueños! El sabe la realidad de la situación pero también sabe el rol que él juega en tomar responsabilidad de su cuidado de salud. Además, el entiende el efecto a largo plazo de las decisiones que toma sobre el cuidado de su salud.
Eso me animó enormemente. Más tarde, le pregunte a Kasey lo mismo. Ella dijo, “bueno, puede ser pero si comes sanamente y tomas todos tus medicamento puede ser que no.”¡Bingo! Dos por dos. Ambos niños tienen una comprensión de la realidad de la fibrosis quística y tiene la esperanza sobre resultados positivos basados en las decisiones personales de su auto-cuidado. Debo decir que me sorprendió un poco. No pensé que niños tan jóvenes pudiesen tener una actitud tan madura y entender una situación tan pesada.
La plática resulto bien ese día. Todos los niños fueron curiosos, abiertos y agradables. Nos divertimos muchísimo juntos. Kasey demostró incluso como digerir cuatro píldoras (grandes) de enzimas de un trago justo antes del almuerzo. ¡Los niños no podían haber estado más sorprendidos si se tratara de una espada de fuego!

Y ninguno hizo la pregunta temida. ¡Cómo son las cosas!

                                                  ***
Lisa C. Greene es mama de dos niños con fibrosis quística, educadora de padres y coautora con Foster Cline MD del libro “Parenting Children with Health Issues: Essential Tools, Tips and Tactics for Raising Kids with Chronic Illness, Medical Conditions and Other Special Needs.” Para más información, audio gratis y artículos, visite http://www.ParentingChildrenWithHealthIssues.com.